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Nunca pospongas las cosas importantes de la vida«Me aprendí el nombre completo de Maeve, su canción favorita y todas las cosas que la hacían reír mucho antes de aprender a contar hasta diez.» Maeve no sabe mucho sobre sí misma. Solo que no deja de pensar en si su madre cumplió todos sus sueños antes de morir, que la relación con su novio va cada vez peor y que está cansada de que todos sus días sean iguales. Cuando, por un impulso, acaba comprando un billete solo de ida a la otra parte del mundo para volver al pueblo en el que vivió cuando era niña, lo que menos esperaba era reencontrarse allí con el que fue su mejor amigo de la infancia. Connor siempre supo que tarde o temprano Maeve regresaría. Lo que nunca pensó es que fuera a ser así. Tan caótica. Tan perdida. Como si aún estuviera por definir. Si el miedo de ambos es desperdiciar sus vidas sin haber hecho nada que merezca la pena, ¿qué mejor que escribir una lista con todo lo que quieren hacer antes de morir y cumplirla juntos