Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
info
Una novela romántico-erótica que te hará entender que no hay que dejar para mañana los besos que puedas dar hoy.Hola, me llamo Amara y estoy aquí no para hablaros de mí, sino de Liam Acosta, ese guapísimo empresario que se dedica al negocio del vino en Tenerife y que sigue soltero porque quiere, pues siempre tiene a una legión de mujeres pendientes de él. Por lo que sé, un día recibió una misteriosa llamada telefónica para pedirle que viajara a Los Ángeles por un asunto urgente, que resultó ser ni más ni menos que un bebé. A Liam, al principio, le costó mucho admitir su paternidad, pero cuando vio a la criaturita, el mundo se movió bajo sus pies: al igual que él, tenía el ojo derecho de dos colores. Así que, muy agobiado y tremendamente perdido, regresó a Canarias con su hijo. Enseguida se dio cuenta de que necesitaba a alguien que le echara una mano y, por recomendación de mi amiga Verónica, me contrató a mí. De pronto Liam y yo, dos personas independientes y acostumbradas a no tener que dar explicaciones a nadie, hemos tenido que ponernos de acuerdo por el bien del pequeño. Y eso ha hecho que, sin apenas d